MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
Las principales preocupaciones de los españoles son el acceso a la vivienda y los bajos ingresos debidos a trabajos precarios, según ha concluido un estuidio de Oxfam Intermón basado en una encuesta sobre la percepción de desigualdades en España que se ha presentado este martes.
Según el informe, tres de cada diez personas afirman que sus ingresos no les permiten llevar una vida digna, y el 45% declara que la crisis de la vivienda les afecta.
"En un país donde más del 60% de quienes no tienen una vivienda en propiedad cree que no podrán acceder a una, la desigualdad es una realidad cotidiana que se ha cronificado en la vida de miles de personas" ha afirmado el coordinador del Informe Vivir la desigualdad de Oxfam, Ernesto García López, en un comunicado.
Como ha afirmado Oxfam, es la primera vez que la vivienda se posiciona como la principal causa de desigualdad percibida, por delante incluso de la economía. El estudio muestra que el 73% de los inquilinos aseguran sentirse directamente afectados por la crisis habitacional, frente al 33% de los propietarios.
Para los jóvenes sin respaldo familiar, el acceso al alquiler o a una hipoteca es "prácticamente inalcanzable", ha expresado la ONG. "Mientras que el 72% de la juventud de clase alta espera recibir ayuda familiar para adquirir una vivienda, más del 60% de los y las jóvenes pertenecientes a hogares de bajos recursos ven poco o nada probable recibir ayuda familiar para adquirir una vivienda", ha subrayado.
Por otra parte, el estudio también expone que "a pesar del crecimiento económico sostenido y la mejora de indicadores como el empleo o el salario mínimo", un porcentaje significativo de la población en España continúa experimentando una sensación de "estancamiento y vulnerabilidad que afecta especialmente a mujeres, jóvenes, personas racializadas y hogares con menores ingresos".
El estudio recoge que un 37% de la población afirma necesitar un segundo empleo, aunque no pueda compatibilizarlo con su vida actual, que cuatro de cada diez no pueden permitirse vacaciones, y el 40% carece de ahorros suficientes para afrontar un gasto imprevisto de 600 euros. Además, uno de cada cuatro ha tenido que solicitar ayuda económica a familiares o instituciones.
"Los apuros siguen siendo el día a día para muchos hogares. Se están cronificando algunos recortes vinculados con el consumo de productos básicos, como la alimentación, el ocio, el acceso a ciertos servicios sociosanitarios como dentista, fisioterapia, etc", ha lamentado García.
Estos datos se disparan entre mujeres, jóvenes y personas racializadas, que también presentan mayores niveles de insatisfacción laboral, "especialmente cuando se encuentran en situaciones de empleo parcial, temporal o fijo-discontinuo", ha matizado la ONG. De este modo, el informe muestra que más de una de cada cuatro personas racializadas no puede costearse medicamentos por problemas económicos y que el 60% de las mujeres ha tenido que reducir su gasto en ocio y cultura, un porcentaje sensiblemente mayor que entre los hombres.
SALUD FÍSICA Y MENTAL, EDUCACIÓN Y CUIDADOS
El estudio también muestra que el 56% de la población percibe positivamente su salud física y mental, pero que las renuncias económicas en salud son significativas. "Una de cada cuatro personas deja de ir al dentista por motivos económicos, y muchas más renuncian a fisioterapia o tratamientos psicológicos", recoge.
En paralelo, el 52% habría querido continuar su formación académica, pero no pudo por motivos económicos. Oxfam advierte de que esta estadística está liderada también por mujeres, jóvenes y personas con menor renta, "lo que refuerza un círculo de desigualdad difícil de romper".
ADMINISTRACIONES PÚBLICAS, "PRINCIPALES RESPONSABLES"
El informe ha constatado además que existe un "amplio respaldo social" a medidas de redistribución, donde una mayoría apoya impuestos extraordinarios a la banca y a las grandes energéticas. En este sentido, el 73% cree que el sistema fiscal no distribuye bien la riqueza, mientras que casi seis de cada diez piensan que las grandes fortunas y grandes empresas pagan poco.
Además, cuatro de cada diez personas señalan a las administraciones públicas como "principales responsables de la persistencia de las desigualdades", ya sea por acción o por no luchar decididamente contra ellas, aunque también las reconocen como los agentes con mayor capacidad para revertirlas.
Los encuestados han señalado que "es fundamental que tanto Gobierno central, como comunicades autónomas y ayuntamientos" actúen para revertir esta situación mejorando las condiciones de acceso a la vivienda; mejorando los salarios y la calidad del empleo así como reforzando servicios públicos como la sanidad y la educación.
Desde Oxfam Intermón han asegurado apoyar estas medidas, además de "la mejora de la protección social, el abordaje integral de los cuidados, la garantía de derechos en las políticas migratorias y mejorar el sistema fiscal para que sea más progresivo y justo".
"La desigualdad no es una percepción, es una estructura que moldea la vida de millones de personas. Pero también es una construcción política que puede transformarse. Escuchar a la ciudadanía es el primer paso para actuar con justicia", ha zanjado García.