MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha rechazado este miércoles las declaraciones de su homólogo estadounidense, Donald Trump, autorizando a la agencia de Inteligencia exterior de su país (CIA, por sus siglas en inglés) a realizar operaciones encubiertas en Venezuela, y ha recordado a los miles de desaparecidos en "golpes de Estado" orquestados por el organismo en Latinoamérica.
"No al cambio de régimen que nos recuerda tanto a las fallidas guerras eternas de Afganistán, Irak, Libia y pare usted de contar. No a los golpes de Estado dados por la CIA que nos recuerda tanto a los 30.000 desaparecidos por la CIA en los golpes de Estado contra Argentina, al golpe de Estado de (el general chileno Augusto) Pinochet y los 5.000 jóvenes asesinados y desaparecidos", ha declarado durante el Consejo Nacional por la Soberanía y la Paz.
En esta línea, se ha preguntado "¿hasta cuándo los golpes de Estado de la CIA?" y ha asegurado que "América Latina no los quiere, no los necesita y los repudia". "La paz se gana, no tengo ninguna duda. La paz se preserva", ha agregado en un evento celebrado en Caracas.
Maduro ha instado al público presente a "llevar la verdad de paz y la fuerza y la voluntad de paz de Venezuela a la opinión pública estadounidense con razones, con ejemplos, con testimonios (...), y la rectitud de nuestra conducta". "Decirle al pueblo de Estados Unidos, no a la guerra, No queremos una guerra en el Caribe ni en Sudamérica", ha exclamado.
También se ha manifestado en este sentido el Ministerio de Exteriores venezolano en un comunicado, tachando de "belicistas y extravagantes" las palabras del jefe de la Casa Blanca. "Esta afirmación sin precedentes constituye una gravísima violación del Derecho Internacional y de la Carta de Naciones Unidas, y obliga a la comunidad de países a denunciar estas afirmaciones a todas luces inmoderadas e inconcebibles", ha señalado.
La cartera dirigida por el ministro Yván Gil observa "con extrema alarma el uso de la CIA" sumado a los recientes despliegues militares en el mar Caribe, según ha indicado en una nota en la que reitera su denuncia de una "política de agresión, amenaza y hostigamiento contra" el país latinoamericano.
Caracas ha acusado así a Washington de intentar "legitimar una operación de cambio de régimen con el fin último de apropiarse de los recursos petroleros venezolanos", además de "estigmatizar a la migración venezolana y latinoamericana, alimentando discursos xenófobos y peligrosos".
La diplomacia venezolana ha anunciado que este jueves elevará una queja ante el Consejo de Seguridad de la ONU y el secretario general del organismo, António Guterres, "exigiendo rendición de cuentas al Gobierno de Estados Unidos y la adopción de medidas urgentes que impidan una escalada militar en el Caribe", incidiendo que se trata de una "zona declarada de paz" por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
"La comunidad internacional debe comprender que la impunidad ante estos actos tendrá consecuencias políticas peligrosas que deben ser detenidas de inmediato", ha concluido el Ministerio.
El presidente Trump ha confirmado poco antes en declaraciones a la prensa que ha autorizado a la CIA a operar en suelo venezolano, alegando que lo hizo por "dos razones" y explicando que se debe a que "miles" de personas, gran parte de ellos criminales, habrían entrado por la frontera y que hay "mucha droga que entra desde Venezuela".
"Mucha de la droga venezolana entra por mar. Pero también los vamos a detener por tierra. Creo que Venezuela está sintiendo presión (...) Les puedo asegurar que nos hemos encargado del mar. No hay nadie. Estamos vigilando", ha declarado, mientras que ha insistido que están analizando la opción de tomar acciones "por tierra" porque tienen "el mar bajo control".
El inquilino de la Casa Blanca ha celebrado que en los últimos días no se cruzan con ninguna embarcación gracias a sus ataques frente a las costas venezolanas y ha restado importancia a las críticas por matar a los tripulantes de las supuestas narcolanchas, asegurado que cada vez que destruyen un barco salvan "la vida de 25.000 estadounidenses".
El mandatario venezolano firmó recientemente un decreto para la declaración del estado de conmoción externa, situación de emergencia con excepcionalidades, con vistas a su entrada en vigor en caso de agresión externa, una posibilidad que Caracas teme tras las últimas declaraciones públicas de Trump y de otros altos cargos de su Administración.