MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
Un equipo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid lidera un estudio pionero para analizar el control de carga física en balonmano femenino y cuyos resultados permitirán maximizar el rendimiento, reducir el riesgo de lesiones y sobreentrenamiento y minimizar la fatiga.
Carlos García Sánchez, investigador de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), es el encargado de llevar a cabo este estudio en colaboración con otros expertos de la UPM, de Universidad Alfonso X el Sabio (UAX), la Universidad de Almería (UAL) y la empresa tecnológica 'Hudl'.
Según informó este miércoles la Universidad Politécnica de Madrid, el objetivo del trabajo ha consistido en comprobar "si es posible monitorizar la carga física soportada por las jugadoras de balonmano basándose únicamente en métricas obtenidas mediante sensores inerciales sin necesidad de recurrir a Sistemas de Posicionamiento Local -tecnología que se utiliza para determinar la posición en interiores, similar al sistema de posicionamiento global (GPS) utilizado para localizar la posición en exteriores- y antenas de gran ancho de banda".
La universidad recalca que la carga externa en balonmano se refiere a la cantidad de trabajo físico que realiza un jugador durante el entrenamiento y los partidos, una medida objetiva de los estímulos físicos que experimenta el cuerpo, como la distancia recorrida, la velocidad, la intensidad de los movimientos y la cantidad de saltos.
Tradicionalmente, la monitorización de la carga externa durante partidos oficiales de balonmano se ha realizado mediante el análisis de vídeo o sistemas de 'tracking' óptico, las cuales permiten cuantificar el número de acciones técnicas y analizar distancias recorridas a diferentes intensidades, pero presentan importantes limitaciones ya que la calidad y consistencia de los datos depende en gran medida del investigador.
Por este motivo, no terminaría de ser un método altamente preciso y fiable a la hora de determinar diferentes velocidades en los desplazamientos de los jugadores, y resultaría poco preciso para captar acciones explosivas que se producen en distancias reducidas como las aceleraciones desde una posición estática.
Ahora, con la llegada de Sistemas de Posicionamiento Global (GPS), los deportes de exterior como el fútbol o el rugby experimentaron una revolución en la monitorización de carga externa, pero su uso en deportes de interior como el balonmano le hace inviable debido a la incapacidad de captar la señal satelital dentro de las instalaciones deportivas.
Para solventarlo, han surgido tecnologías como los Sistemas de Posicionamiento Local (LPS), que ofrecen nuevas métricas como las aceleraciones, deceleraciones, saltos, impactos y cambios de dirección, un aspecto para el que los sistemas basados en el 'vídeo-tracking' no están preparados tecnológicamente. Sin embargo, presentan también algunos inconvenientes que dificultan su utilización en todos los contextos deportivos como podría ser el que la calidad de la señal dependa en gran medida de la estructura de la instalación deportiva donde se use.
Ahora, este estudio, publicado en la revista 'International Journal of Performance Analysis in Sport', parte de una pregunta clave para preparadores físicos y entrenadores de balonmano de si se puede confiar únicamente en los sensores inerciales si no se disponen de antenas de LPS. Para responderla, los investigadores analizaron datos de 13 partidos oficiales de la División de Plata femenina española de la temporada 21-22 y las variables estudiadas incluyeron, por un lado, las obtenidas a partir del sistema 'LPS', y por otro, las métricas capturadas por los sensores inerciales.
Los resultados obtenidos demuestran que los acelerómetros pueden ser utilizados para monitorizar la carga externa cuando el sistema 'LPS' no está disponible, como ocurre en partidos fuera de casa, equipos con presupuestos limitados o pabellones sin la infraestructura adecuada, y esto tiene importantes implicaciones prácticas ya que los entrenadores pueden utilizar estas métricas para diseñar tareas de entrenamiento que repliquen las exigencias mecánicas y metabólicas de los partidos, logrando una mejor transferencia al rendimiento competitivo.
Otro aspecto clave es su utilidad en el ámbito de la prevención y readaptación de lesiones, ya que mediante su uso es posible comprobar si una jugadora está alcanzando los niveles de carga física previos a la lesión, lo que puede favorecer un retorno más seguro y eficaz al juego.
Aunque los sensores inerciales ofrecen una solución práctica y válida, los autores del estudio subrayan que la combinación con tecnología LPS mejora notablemente la precisión y el detalle de la información recogida.
"Nuestro estudio aporta evidencia científica sólida sobre el valor de las métricas basadas en acelerometría para el control de carga física en balonmano femenino. En un contexto donde no siempre se cuenta con recursos tecnológicos avanzados, los sensores inerciales se consolidan como una herramienta útil, práctica y accesible para tomar decisiones informadas sobre entrenamiento, recuperación y prevención de lesiones", concluyen los investigadores.