Quique Llopis coquetea sin éxito con las medallas en los 110 mv del Mundial

Última Actualización 16:59

MADRID, 15 (EUROPA PRESS)

El atleta español Quique Llopis se volvió a quedar un año después a las puertas de las medallas en una gran cita internacional al concluir cuarto en la final de los 110 metros vallas de los Mundiales de Atletismo al Aire Libre que se están disputando en Tokio, en un martes donde Marta Pérez fue novena en la final de los 1.500 metros y donde Mohamed Attaoui y David Barroso avanzaron a semifinales de los 800 metros.

El deportista valenciano estuvo cerca de su primer podio mundial. Hace un año, en los Juegos Olímpicos de París, rayó a un gran nivel para meterse en la final y soñar con una medalla al terminar en una cuarta posición que confirmó un potencial del que esta temporada ha dejado evidencias, sobre todo con sus actuaciones con los mejores en la Liga Diamante.

El campeón de Europa quería estar en la terna de nuevo de candidatos a medalla, aunque su pase a la final fue sufrido. Una escasa centésima le permitó superar al japonés Shusei Nomoto, 13.29 por 13.30 de su rival, y finalizar segundo en su serie para garantizarse el billete directo a la pelea por las medallas.

Llopis no había terminado de arrancar bien en esa serie previa y era algo a corregir poco después en la gran final donde, salvo el estadounidense Cordell Tinch, principal favorito. Pero al de Gandía, pese a ser el segundo más rápido en salir, le costó un poco en las primeras vallas, lo que no le impidió situarse poco a poco entre los que iban a pelear por las medallas.

Tinch se destacó para llevarse el oro con 12.99 y el valenciano batalló sin éxito con los dos jamaicanos, Orlando Bennet y Tyler Mason, plata y bronce respectivamente con 13.08 y 13.12, precisamente sus dos mejores marcas del año, por los 13.16 del actual campeón de Europa.

"Las sensaciones han sido buenas. He sentido que realmente he estado luchando, igual que en los Juegos, con el cuarto puesto no tuve esa sensación de estar luchando por las medallas, en este caso sí que he tenido sensaciones de estar ahí luchándolo. El segundo y tercero han corrido en marca personal, han hecho la carrera de su vida y ya está, al final no podemos pedir más", expresó Llopis en declaraciones facilitadas por la RFEA.

El velocista sabe que esa gran medalla es "un objetivo que está ahí". "Quizás el año que viene, o el otro, o quizás nunca, no lo sabemos. Ya sabemos todos cómo funciona el atletismo, que a veces es agradecido, pero muy pocas veces lo es. Sabemos que es un deporte que cuesta realmente que salgan las cosas, aquí, por ejemplo, tenemos que correr tres carreras un nivel altísimo para conseguir hacer algo y al mínimo error te puedes quedar fuera. Tenemos que estar muy contentos, hemos estado luchando con todos ellos y ya está", sentenció.

MARTA PÉREZ, AGRIDULCE 9º, ATTAOUI Y BARROSO, A SEMIFINALES DE 800

Por otro lado, en la final de los 1.500 metros, Marta Pérez no pudo estar entre las candidatas a pelear por las medallas en una prueba de mucho nivel y donde se quedó cerca de conseguir un siempre valioso puesto de finalista.

La atleta soriana, que había conseguido clasificarse con brillantez para la final, se quedó descolgada del grupo que peleó por el podio y aunque firmó la mejor marca de una española en un Mundial con 3:58.54 y su segunda más rápida y la mejor de la temporada, sólo pudo ser novena. El oro fue para la favorita, la keniata Faith Kipyegon, plusmarquista mundial, que consiguió su cuarto título mundial consecutivo (3:52.15) por delante de su compatriota Dorcus Ewoi (3:54.92) y de la australiana Jessica Hull (3:55.16).

"Sí que me esperaba que Kipyegon tirara en el último 800 y me esperaba fuera rápida y que fuese una carrera más o menos limpia. Me esperaba encontrarme bien porque me había recuperado bien y creo que tenía buenas piernas y he hecho al final 3:58, pero me esperaba quedar un puestito más adelante, o dos, y no lo he conseguido. Mi objetivo sí era estar entre las ocho primeras, pero creo que no ha sido que yo la haya hecho mal, sino que ha habido ocho chicas que han corrido más que yo", confesó Pérez al micrófono de la RFEA.

Además, lejos de las finales, las buenas noticias vinieron por parte de los ochocentistas, con dos de los tres representantes españoles pasando a las semifinales, entre ellos Mohamed Attaoui, candidato a las medallas y que lo hizo ganando con firmeza su serie con 1:45.23. Más sorprendente fue la victoria en la suya de David Barroso, pero este supo colocarse bien y se ganó el billete para las semifinales con 1:44.94. En cambio, Mariano García se vino abajo en la recta final para acabar cuarto (1:47.09) y no poder pasar por tiempos.

"Me he encontrado muy bien, venía con muchos nervios porque al final siempre la primera ronda está más difícil y te puedes quedar fuera. He planteado la carrera como siempre, corrigiendo los errores de las últimas carreras, corriendo desde atrás, marcando al hombre más fuerte de la serie y uno de los favoritos aquí a medalla (Marcus Arup). En el último 100 me abrí y abrí un poco de gas para no meterme en líos y entrar ahí primero porque me gusta", apuntó Attaoui.

Por su parte, Barroso confesó haberse encontrado "espectacular" en su serie donde la táctica era "correr por fuera, siempre bien colocado, con opciones de salida en la última recta". "Creo que lo hemos ejecutado a la perfección. Creo que he controlado muy bien esa presión de representar a España y de ser un novatillo", celebró.

La otra representante española de la jornada en el Estadio Olímpico de Tokio era la velocista Paula Sevilla, que tenía ante sí la difícil misión de meterse en la final de los 400 metros. La manchega no pudo lograrlo al concluir séptima en su semifinal con 50.97, la quinta mejor marca de su historial.

Finalmente, en cuanto al resto de campeones que dejó el martes en la capital japonesa, el neozelandés Hamish Kerr, actual campeón olímpico, le ganó el duelo por el oro en salto de altura al surcoreano Sanghyeok Woo gracias a un salto de 2.36 metros, mientras que en martillo se impuso el defensor el título y también oro el verano pasado en los Juegos de París, el canadiense Ethan Katzberg con un lanzamiento de 84.70 metros.