MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
La orden de Santa Clara ha registrado este marzo, el más lluvioso de la historia según datos del Ayuntamiento de Madrid, un aumento en el número de huevos que numerosas personas ofrecen cada día a cambio de oraciones que pidan por buen tiempo en días especiales.
La Madre María Jesús de la Inmaculada, monja clarisa, ha contado a Europa Press que "por supuesto" las lluvias continuadas de las últimas semanas en la capital no han evitado que las parejas a punto de casarse se lanzaran a pedir por una "salida a la iglesia radiante".
"Sus familiares han ofrecido más de unas docenas de huevos", ha expresado la religiosa en referencia a la creciente cantidad de este alimento que ha ido llegando este mes a los conventos a cambio de plegarias "por un matrimonio duradero".
La Madre ha especificado que el enfoque de las peticiones de oración puede ir más allá del clima según quién las haga. Por ejemplo, si es el padre de la novia o del novio no se centran en los mismos detalles que la madre o, por ejemplo, los amigos. "Aunque más diferente es aún cuando el matrimonio es sólo por lo civil. Y no digamos ya la petición que hacen los del mismo género", ha confesado.
"LE HACÍA ILUSIÓN A LOS NOVIOS"
Más allá de la espiritualidad que rodea a esta acción, la religiosa ha reconocido que "no todos tienen fe" aunque piensa que "les mueve el saber que Santa Clara les escucha". Este es el caso de Ana, una joven que en los últimos días ha acudido a uno de los conventos a llevar huevos porque "le hacía ilusión a los novios".
"Yo era la primera vez que lo hacía, pero hay tradición de llevar huevos a las clarisas cuando hay una boda próxima y además después de estas semanas de lluvia para que no llueva ese día", ha relatado.
Y es que el proceso de la ofrenda es toda una experiencia en sí misma. Al vivir las monjas en clausura no puede haber contacto directo con ellas. En primer lugar se debe llamar al timbre para pedir paso al convento y, una vez dentro, los huevos se depositan en un torno que gira y da acceso a otro espacio donde las monjas los recogen.
LA OFRENDA SE CONVIERTE EN LABOR SOCIAL
Cuando los paquetes de huevos pasan a manos de las clarisas, estas los gestionan para transformarlos en labor social. Los reciben desde comedores sociales a familias necesitadas, pasando por seminaristas y médicos de quienes las religiosas reciben "atenciones". "Son muchísimas las personas que se alegran al recibirlos", ha reflejado.
Otra parte importante de las ofrendas va dirigida a la Iglesia de San Antón, en Fuencarral, donde el Padre Ángel "los recibe sonriente" y quedan depositados en una "gran cesta". Para La Madre María Jesús, esta es una de las partes "más gratificantes" del proceso.
La labor de las clarisas no termina con la llegada del buen tiempo. Ellas mismas son conscientes de que el mes "por excelencia" en la llegada de ofrendas es mayo. En este mes ya no solo se celebran bodas, sino que también llegan las comuniones e incluso hay personas que utilizan este método para otros fines como, por ejemplo, los exámenes.
"Igualmente rezamos por toda la Humanidad y por todos los hombres; en especial por las familias, ya que todas estamos al corriente de lo que acontece a nuestros seres queridos", ha contado la Madre, que ha insistido en que sus oraciones van más allá de que alguien entregue o no los huevos.