MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
La grelina fue descubierta en 1999, aunque los primeros trabajos se centraron en su capacidad para estimular la liberación de la hormona del crecimiento, lo cierto es que tiene un papel fundamental en la homeostasis de la glucosa, la función inmunológica, el sueño, la memoria y, sobre todo, el apetito, hasta tal punto que es conocida como la 'hormona del hambre'.
Este efecto particular de la grelina es de interés entre los investigadores porque podría ser clave en los programas de perdida de peso; descubrir cómo modificarla de una manera natural es el objetivo, y podría ser la herramienta para conseguir la perdida de peso en adultos sanos.
Precisamente este objetivo está más cerca, puesto que se ha observado que el ejercicio intenso suprime los niveles de hambre en adultos sanos, según investigadores de la Universidad de Virginia y el Sistema de Salud de la Universidad de Virginia en Charlottesville, Virginia (EEUU), que observan que esto ocurre también cuando el ejercicio es moderado, aunque el efecto es menor.
Asimismo, el estudio que ha sido publicado en el 'Journal of the Endocrine Society', señala que su efecto es mayor en el caso de las mujeres. "Además, descubrimos que las personas sentían 'menos hambre' después del ejercicio de alta intensidad en comparación con el ejercicio de intensidad moderada", plantea la autora principal Kara Anderson.
La grelina circula en formas aciladas (AG) y desaciladas (DAG), que se sabe que afectan el apetito. Los datos sobre el impacto de la intensidad del ejercicio en los niveles de AG y DAG, y sus efectos sobre el apetito, son escasos y se limitan principalmente a los hombres. Para abordar esta deficiencia, el estudio examinó a ocho hombres y seis mujeres. Los participantes ayunaron durante la noche y luego completaron ejercicios de diferentes niveles de intensidad, determinados por mediciones de lactato en sangre, seguidas de mediciones de apetito informadas por ellos mismos.
Las mujeres tenían niveles más altos de grelina total al inicio en comparación con los hombres. Pero solo las mujeres demostraron "AG significativamente reducido" después del ejercicio intenso, según los hallazgos. "Encontramos que la intensidad moderada no cambió los niveles de grelina o condujo a un aumento neto", señala el estudio. Estos hallazgos sugieren que el ejercicio por encima del umbral de lactato "puede ser necesario para provocar una supresión de la grelina".
Los investigadores también reconocieron que se necesita más trabajo para determinar en qué medida los efectos del ejercicio difieren según el sexo. Se ha demostrado que la grelina tiene efectos biológicos de amplio alcance en áreas que incluyen el equilibrio energético, el apetito, la homeostasis de la glucosa, la función inmunológica, el sueño y la memoria.
"El ejercicio debe considerarse como una 'droga', donde la 'dosis' debe personalizarse en función de los objetivos personales de cada individuo. Nuestra investigación sugiere que el ejercicio de alta intensidad puede ser importante para la supresión del apetito, lo que puede ser particularmente útil como parte de un programa de pérdida de peso", concluye el investigador.